ya po' hagamos algo por cambiar este país de extremas diferencias
Estamos a vista y paciencia de las insalvables diferencias entre nosotros mismos, ¿Y qué hacemos? Nada.
Total tenemos la tarjetita de crédito para ir a comprar las empanadas dieciocheras y la chicha, pagarlas en cómodas cuotas, y pasar estas vacacioncitas para seguir bregando como burros, mientras, claro, los otros, los pocos, se llevan la mayor tajada, y que curiosamente son los que menos trabajan, y tienen el título de "empresario".
“Sea empresario: alguna vez en su vida va a poder trabajar menos y ganar mucho a costa de otros”, parece el eslogan de este terruño.
No es malo el emprender (si no la cantidad de pymes y la cantidad de empleos que generan no existirían), pero al parecer, tiene algo de desprestigio o malas vibras el tener ese título, pues trae de la mano algo así como ser bueno para evadir las leyes buscando subterfugios, pagar sueldos bajos, tener utilidades, evadir los impuestos, y finalmente ser "pillo".
Se escucha a diario que los políticos son deshonestos, que son corruptos, etc., etc., pero qué queremos decir con eso, acaso estamos con nostalgia de la pachorra militar en la política, la pregunta que salta de cajón, ¿está seguro de tamaña barbaridad? o no se acuerda de que en aquella época al que no le gustaba se iba preso (por ser suavecito), no se acuerda que en esa época los mismos que ahora son millonarios se vendieron y se compraron las empresas del estado a precio de huevo y por eso siguen ganado cifras millonarias en la actualidad.
Señoras y señores es tiempo de recapacitar, reflexionar y buscar la solución, es tiempo de sacar desde dentro de nuestro corazones el ánimo de tomarnos en cuenta y dejar de escuchar canciones de sirena para pensar en que otro país es posible, que mirando el pasado más reciente de nuestra historia hay ejemplos que pueden ser tomados en cuenta para transformarlos en las consignas que rieguen nuestros rincones con los gritos de esperanza que todos necesitamos, salgamos, manifestémoslos, hagamos saber nuestros derechos para ser tomados en cuenta.
Escuchemos lo del 29 de agosto, pregunten por ahí, no hay que tener miedo.
Piense en el famoso Binominal, a nadie le conviene más que a la derecha que se hizo millonaria y que son minoría absoluta en nuestro país.
Nosotros somos mayoría, nosotros podemos hacer que las cosas sean distintas.
